Entrevista de Zoe Valdés a Manuel Marcel Rodes "Marzelconzeta" como se hace llamar, este excelente cineasta cubano, Amigo en Cuba en la Escuela de Diseño y amigos en Valencia. Que la disfruten.
Marzel por Mingo Ruiz Gallego.
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Subo al metro y lo recuerdo en La Habana, con los ojos brillantes, la
piel como de seda de Ispahan, los pelos encrespados y revueltos, un
bigotito a lo Dalí, y mil millones de sueños palpitándole en el pecho.
Recuerdo
el día en que me entregó un guión de cine, donde los elefantes volaban
¿o me hice idea? No recuerdo si me pidió la opinión o si quería
solamente que lo leyera. Y su risa como una ecuación perfecta.
Después en Madrid, en aquella fiesta por el estreno de una película de Almodóvar, y
el calvario de vivir en esto, que es la distancia de todo lo amado, aquí, allá, o acullá, o en Valencia.
Era el joven más alucinante y más talentoso de aquellos cineastas de la escuela de cine de San Antonio de los Baños.
De
una rara belleza, esa belleza que se instala confiada y luego salta por
un peñasco y desaparece, para volver a aparecer, en la lengua jadeante
del tigre. Manuel Marzel, o
Marzelconzeta posee
esa elegancia felina, es como un tigre, o un leopardo, sus ojos
amarillos, y esas ansias de vivir y crear como garras; la lucidez altiva
de cambiar la vida, de subirse a todas partes, sobre todo a tu corazón.
Lo quiero, todavía no sé muy bien por qué, creo que quiero su deseo de artista, infinito,
como el eterno niño terrible que será siempre. Y por aquella obra maestra que realizó:
A Norman McLaren.
ZV: -¿De qué parte de Cuba eres, en qué año naciste?
¿Qué recuerdas de hermoso de tu infancia?
Marzelconzeta: -Nací casualmente en Santiago de Cuba
en 1967. Mi padre era un dirigente provincial del Ministerio de la
Agricultura al que reubicaban de vez en cuando. De hecho a los 6 meses
nos trasladaron a
Bayamo, anodina ciudad con gran pasado histórico donde tuve que vivir hasta los 18.
Lo más bello de mi infancia fue a los 5 años, cuando viajé por
primera vez en avión… y a LA HABANA… a propósito de una de las reuniones
de mi padre con el ministro Guillermo García Frías. Mientras él estaba
en lo suyo, mi madre y yo disfrutábamos del precioso hotel Capri, de la
familia de mi tía Elda y sobre todo de la maravillosa capital.
Yo instantáneamente me enamoré de La Habana, sin calcular que efectivamente es una de las ciudades más hermosas del mundo.
Cuando aquello (año 72 ó 73) sus zonas más emblemáticas no estaban aún
tan destruídas, y desde entonces solo soñé con La Habana La Habana La
Habana.
Con su mamá en Santiago de Cuba
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ZV: -¿Cómo llegaste al cine,
era un sueño de siempre o alguien te impulsó?
Marzelconzeta: -Yo “empecé” por la TV desde muy niño. Me fascinaban los seriales televisivos en B/N
en
estudio con esas escenografías tan adorablemente falsas… En el patio de
mi casa en Bayamo yo contruía decorados y “cámaras” (con trípodes y
rueditas y todo), y me disfrazaba para interpretar los diversos
personajes. Mi perdición eran las pelucas, que confeccionaba a partir
del “plástico cabelludo” de las muñecas desechadas por mis hermanas
mayores. Vamos, que mi juego favorito siempre fue eso de la
representación, y lo hacía con mucho histrionismo.
Mi padre (una persona muy instruída, como lo es mi madre) fue quien
me explicó cómo se hace normalmente el cine, con una sola cámara a
diferencia de la tele.
Ese fue el comienzo de mi verdadero amor (y
estudio) por un arte tan apasionante y laborioso. O sea, que si hubo
alguien que inconscientemente me impulsó a esa locura -sin arrepentirse
luego- fue él.
En el Parque de atracciones Lenin, con su madre y su prima Ileana
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ZV: -¿Cómo matriculaste en la EICTV? ¿
Qué experiencia tuviste allí y en el ICAIC?
Marzelconzeta: -A ver… definitivamente yo soy
autodidacta. Antes de entrar en la EICTV había hecho tres cortos
exitosos que me abofetearon con varios premios nacionales así como el
Coral de La Habana y el Mikeldi de Oro de Bilbao ($$$).
Era un
niño bitongo que -gracias a mi padre- no se creyó nunca esas cosas.
Quise aprender “de verdad” e hice las pruebas para la recién inaugurada
EICTV durante dos años consecutivos y nunca me cogieron. La
segunda vez acudí (aprovechando mi prematura “fama”) a un ser muy
influyente que me ayudó. Pude entrar gracias a esa persona que está viva
y no me parece conveniente revelar. No es Fernando Pérez ni Enrique
Pineda Barnet ni mi ex-cuñado el conocido actor Raúl Pomares, para nada.
La EICTV fue el jardín donde florecí y por primera vez tuve conciencia de quién soy, no solo sexualmente.
Era
un sitio inédito (legalmente no pertenecía a Cuba), y allí se respiraba
“libertad”. Es cierto que todo eso estaba bajo el manto negro de la
dictadura disfrazado con realismo mágico garciamarquiano etc.
Sin embargo -no sé si por ingenuidad o por cinismo- nos sentíamos
felices y lo “éramos”. Ah, qué época. Hoy la miro y me da una sonriente
pereza.
Al terminar ese sueño me fui a
Costa Rica y volví a Cuba por amor (a un uruguayo) y porque Pepe Horta me había ofrecido el bombón ICAIC.
La industria cubana del cine (limitadísima aunque no tan cutre)
todavía no había empezado a depauperarse, y era otro coto bastante
cerrado donde imperaba -aparte del terror a la censura- el buen
ambiente, el profesionalismo y la creatividad.
Por supuesto que
también había mucho hijo de puta -recuerdo las garras de Juan Padrón,
Benigno Iglesias y Rebeca Chávez por ejemplo-, pero en general fui un
niño muy bien recibido y querido. La gente que rodeaba a
Alfredo Guevara (Pepe, Iván Giroud, Anita Rodríguez, Toti Morriña,
Lourdes de los Santos…) me adoraban y deseaban que yo hiciera mi largo.
¡Oh, La Habana!
PERO
yo nunca le gusté a Alfredo Guevara (de lo que
hoy me alegro infinitamente) y encima mi guión le puso la piel de
gallina, pues le tiene pánico al Fidel. En efecto, ese guión era una
burla muy buñuelesca de toda aquella basura, y el monólogo de Rosa
Sophie (la protagonista) en la página 87 es CANDELA. Imposible que ese
régimen me permitiera rodarlo. Qué pena, hubiera sido una ópera prima
divertidísima y loca.
En cuanto a Alfredo: Uno de los personajes más siniestros del castrato. Mi
choque con él me sirvió para mirar cronológicamente el panorama y
comprobar que fui uno más en su larga lista de estorbos a eliminar; y
esa fue la razón determinante para largarme.
Rodando “Evidentemente comieron chocolate suizo” con Manuel Iglesias y Bebé Pérez
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ZV: -Tienes un blog donde has colgado tus videos y
una página web donde están tus películas… ¿Cuán difícil ha sido para ti hacer cine desde el exilio?
Marzelconzeta: -Pues mira, tengo una anécdota atípica: Más o menos a los 2 años de vivir en España empecé a escribir
“Paranoias Luly”,
un largo sobre los horrores que padece una diseñadora cubana recién
“quedada” en Madrid (Luly era mi alter ego, evidentemente). Esa historia
gustaba por haber sido vivida, y a través de mi amiga Jamila Castillo
contacté con unos productores ejecutivos valencianos que quisieron mover
el proyecto. Vine para Valencia y efectivamente en poco tiempo
consiguieron mediante inversiones -subvenciones NO porque yo no era
español- la mitad del presupuesto (el equivalente en pesetas de millón y
medio de euros) y ahí se detuvo todo. Queríamos hacerla cómodamente con
los 3 millones y el tiempo pasaba sin que nosotros cambiáramos el chip.
Y justo cuando decidimos hacerla ajustándonos a la mitad, el principal
inversor (aburrido de nuestra actitud) nos retiró el dinero, mandando
automáticamente el proyecto a tomar por el culo.
La PRIMERA MORALEJA: La posibilidad de hacer cine en cualquier lugar del mundo no es precisamente difícil sino coyuntural. Gran verdad, pero hay más:
Poco después, a esos mismos productores les presenté otro guión
prematuro que no tenía nada que ver con el tema cubano, y ni se
molestaron en leerlo con seriedad. Deduje que su antiguo interés por mí
había provenido del izquierdosismo cubanólogo, no de una verdadera
valoración artística; y sentí una gran decepción.
Hay que acabar con esa especie de paternalismo “folkloricolonial” tan dañino.
MORALEJA DOS: ¡Oiga, yo escribo sobre lo que me dé la gana, a menos que usted me encargue algo específico!
En la EICTV, rodando “Chao Sarah”
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ZV: -Me gustan mucho tus nuevos trabajos sobre tu
relación con personajes que has ido conociendo, a cuál más simpático,
loco, o incluso profundo aunque no lo aparenten a simple vista… ¿Cómo
llegaste a esa idea?
Marzelconzeta: -Como la cabra siempre tira al monte
, en cuanto pude me compré una handycam,
un buen ordenador, conseguí un programa de montaje, me hice la
web-blog… Todo con el objetivo de rodar y editar cortos absolutamente
libres para exhibirlos libérrimamente en internet por el módico precio
de 80 euros al año.
La autoproducción -de presupuesto cero- es una experiencia
maravillosa que permite explorar ilimitados terrenos del documental, de
la ficción, de lo que quieras. Siempre me ha atraído el hecho de que los
temas a tratar pueden ser cualquier cosa, desde el 15-M (por ejemplo)
hasta lo más cotidiano e intrascendente.
Lo importante es lo que
se haga con el tema, la armazón poética que se emplee. Si total, lo que
realmente percibe y recuerda el espectador es la actitud. O sea, hablo de McLuhan y su teoría “la forma ES el contenido, el medio ES el mensaje”.
Bueno, pues bajo ese concepto filmo cualquier cosa que tenga a mi alrededor,
y
en ese entorno están mis amigos, conocidos, allegados… Muchos de ellos
ya se han convertido en entrañables personajes cinematográficos gracias a
McLuhan y a mí.
Estos videítos son un auténtico vicio pero requieren
muchísimas horas de edición y mezcla, dan mucho trabajo y dudas. De
paso he aprendido una barbaridad de montaje, cosa que me alegra
enormemente.
ZV: -¿Cuáles son los cineastas o los artistas o los escritores que te rompen el coco, y
cuáles te rompen el alma? ¿Cuáles te hacen pensar y cuáles sentir, presentir, desear?
Marzelconzeta: -Imagínate tú, son tantos que se
atropellan. En cuanto al cine, el director que más me rompió el coco
juvenil fue Godard, mientras
el alma me la rompía Truffaut.
En el ámbito cubano “Memorias del Subdesarrollo” (Titón Alea) me rompió
el coco y “Lucía” (Humberto y Nelson) el alma. No contaré quién me
rompió nada más, já já já.
Luego “Mujeres al borde de un ataque de nervios” (Almodóvar) me rompió todos los esquemas.
Y
así de rompedera en rompedera he acumulado una larga lista de obras o
de genios: Kubrick, Buñuel, Hitchcock, Polansky, Spieldberg, Guillén
Landrián, Rulfo, Warhol, Carpentier, Arenas, Billy Wilder, Capra, Henry
Miller, Poe, Capote, Salinger, Hockney, Eastwood, Tim Burton, Chaplin,… no hay cama p’a tanta gente!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
En el panorama cinematográfico de los últimos años me han estremecido
ciertas cosas de Haneke y casi todas las de Lars el lengüilarlo;
pero mi auténtico dios, el que profundamente me parte, me astilla y me
tornea en palillos de diente es Tarantino, Quentin Tarantino.
En la Feria del Libro de Valencia, Foto Kike de la Rúa
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ZV: -Escribiste
una novela erótica que me encantó… ¿Cómo lo decidiste? ¿Continuarás por esa vía?
Marzelconzeta: -
“El Rayo Anestésico”
fue lo primero que escribí en España, inmerso en una depresión de
caballo. Ese texto rosa-porno-gay es fruto de la más absoluta soledad,
creo que el amigo invisible que me inventé para no tirarme por el
balcón. Yo quería probarme contando una historia que se rigiera por el
esquema dramatúrgico universal, y era también la primera vez que
escribía literatura, no guión. Disfruté muchísimo recordando y
reinventando mis aventuras sexuales y amorosas; es un placer enorme
hacer ese tipo de arte… más que erótico directamente porno. Me encanta
el porno, todos los días lo consumo y lo filtro; y mientras más
apasionado (desprovisto de idioteces) más cachondo me pone.
Oh sí sí, tengo la seguridad de que ese tema será siempre una de mis aristas creativas.
He hecho una enorme serie de collages porno-gay llamada “Mis Chicos de Papel” (que está en mi web),
así como el video “Androfilia” (en el blog). Sueño con hacer cine porno
de calidad con buenas historias y actores capaces de interpretar; tengo
un par de argumentos para novelas… Sí sí sí.
ZV: -¿Cuál es tu opinión de lo que está pasando
ahora mismo con el arte y los grupos de prensa, así como con internet y el arte?
Marzelconzeta: -Apasionante pregunta cuya respuesta demanda
guantes de látex y bisturís láser;
me has dado en la tecla. Hay que partir de una premisa: “La democracia
capitalista es un horror, pero el horror preferible” (frase mía).
Bueno, pues uno de los grandes males de este sistema es la necesidad
de mantener y multiplicar la ignorancia para asegurar más millones de
consumidores de seudocultura facilísima de hacer.
Es asombroso
cómo la masa no tolera productos alimenticios de mala calidad, pero
mueren por Shakira o Bisbal y se tragan sagas aburridísimas
como “Piratas del Caribe” o esa de los vampiritos más tontos que mis
huevos, o “Harry Potter” mismo. Eso sin hablar de la telebasura, cuya
dramaturgia es magnífica por cierto.
Recuerdo que cuando llegué a España hace 15 años, en la televisión y demás medios había cabida para todo,
desde el arte hasta la basura pasando por mil mediocridades. He visto el avance progresivo de la mierda comiéndoselo todo y
sacando de circulación lo demás. El resultado es que los reyes del
mambo -y nuevos ricos influyentes de imbecilidades- son directamente la
basura (ni siquiera la mediocridad), y el arte ha quedado relegado a
circuiticos pequeños, míseros y “alternativos”. Hoy día la música
española -por ejemplo- parece no valer nada por lo ahogada que está.
Lo inmensamente triste es que esa brutalización social es programada por los medios, y
la calle cada vez más repleta de entes berreantes que si se caen comen yerba.
Lo de internet parecía que iba a “democratizar” la cosa, pero no ha sido precisamente así.
Las redes sociales -de innegable utilidad- son usadas básicamente para la bobería y el olvido
(definitivamente el ser humano no sirve). Las webs y blogs son algo
selectivo y minoritario; no hay nada como la televisión. Mientras la
cultura y el arte no vuelvan a dominar la tele, estamos perdidos.
Foto de Esperanza Casanoves
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ZV: -Sé que tienes varios proyectos al menos pensados, uno de ellos hacer algunas películas sobre personalidades de la
historia de Cuba, vivos, ¿podrías abundar sobre el tema?
Marzelconzeta: -Siempre estoy inventando algún
proyecto, sobre todo guiones de ficción (tengo dos nuevos), pero el tema
Cuba inevitablemente me persigue porque no soy de piedra. Zozó, Ricard:
les he propuesto un par de ideas de documentales largos sobre Cuba que
no revelaré aquí para evitar el plagio. Eso sí, creo que
la figura de Huber Matos merece su gran oportunidad cinematográfica. Huber no fue asesinado de milagro, y es quizás la persona que más conoce a los monstruos.
ZV: -¿Con qué personalidad de la oposición en Cuba te identificas, y qué le dirías?
¿Qué le dirías a los cubanos?
Marzelconzeta: -Aprovecho
para compartir lágrimas de indignación por los más recientes aniquilamientos (Payá y Cepero).
A mí me gusta el intelecto de Carlos Alberto Montaner, pero no lo veo de presidente.
Mi
presidente soñado es Oscar Elías Biscet, con mucha madera de tal. Lo
tiene todo: coraje, carisma, belleza, mulatez “cultural”, arrojo… Me
parecería una gran imagen mundial de la nueva Cuba (sin que se parezca a
Obama, please). A Biscet le diría lo mismo que ya sabe: Redactar una
verdadera constitución, restaurar la república, no caer en la tentación
de traicionar a sus votantes… Le diría que (aparte de su fe personal)
retirara la religión de su discurso político, pues la Cuba
moderna debería ser -independientemente de la libertad de culto- un
estado realmente laico (no a la fuerza, como en la actualidad).
¿Qué le diría yo a los cubanos, a los que permanecen
en la isla tanto como a los dispersos por todo el mundo? Les diría lo
mismo que a mí: ¿HASTA CUÁNDO TENDREMOS QUE COMERNOS ESTE CABLE?
Cortometrajes.
El blog de Marzel
Web de Marzel
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